23.12.07

BIOGRAFÍA DE SANTIAGO SILVA JARAMILLO

Es incontenible, desbordante y, bueno, cuanto adjetivo más se prefiera conferirle. La necesidad de escribir, lo que sea y, en cierta forma, como sea. Ahora me invade, como lo hace cada vez que tomo el lápiz o tecleo; una vez iniciado no hay forma de detenerse, más que la del cansancio y desgaste. Y todo, por supuesto, gracias a la lectura.

Así es, no hay otra culpable, pues fue la primera novela que leyera por propia iniciativa, en los primeros días de mis trece años, ‘Alexandros’ de Valerio Máximo Manfredi, la que me obligó a tener siempre un libro sobre la mesa de noche. De la misma forma, conforme pasó el tiempo, escribir solo pareció lógico, como un paso obligado a seguir.

Las primeras experiencias fueron esporádicas, más por encargos personales que por gusto o iniciativa visceral. Entonces parecieron funcionar, aunque al releerlas actualmente parecen vacías y desorganizadas. En un primer lugar las intenciones buscaban escribir una novela, aunque, instintivamente, el saber que la preparación necesaria faltaba condenó a todos los proyectos al fracaso.

La lectura siguió alimentando, como siempre desde entonces, la escritura. Aun así, sólo fue hasta hace un par de años, que el tiempo permitió, pero, sobre todo, la necesidad de contar historias, dedicar la energía necesaria para poder trazar como objetivo el de ser reconocido como escritor. Pues, este titulo, como muchos otros por el estilo, se otorga no por el hecho de ejercerlo, sino de que otros lo reconozcan.


La composición de los escritos busca explotar, hacer aflorar, las emociones de los lectores, sean cual sean estas. Pues como arte que es, su éxito se mide en el impacto que pueda tener en las personas que lo contemplan. Siguiendo esta línea, esta, por ejemplo, relato ‘La promesa’, que reseña la vida de Leonidas, rey muerto valientemente en la batalla de termopilas, a los ojos de su esposa, viuda y que, cumpliendo una promesa hecha a su marido, busca alguien digno con quien casarse. Este corto cuento, de línea biográfica, participó y fue elegido para aparecer en la antología del II Certamen de Relato Ábaco, de la editorial Ábaco. También han destacado la publicación en periódicos universitarios de cuentos como ‘El gamonal de Alpargata’ y ‘La virgen de hierro’. De esta misma forma, en diferentes páginas de la Internet se pueden encontrar una gran variedad de relatos y artículos.


En los últimos meses la atención se ha volcado en dos proyectos principalmente. El primero, la redacción de la primera novela, con su titulo prematuro, ‘El regreso’, y la escritura constante y juiciosa de tres blogs.



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